30 AÑOS HACIENDO HISTORIA EN EL SUR DE JALISCO
En el transcurso de los años, no podemos soslayar el contexto socio-político en el que nos desenvolvemos. El mundo ha tenido cambios significativos. Muchas cosas han ocurrido que nos han cambiado la percepción de nuestra propia lectura de la realidad desde el nacimiento del CBTis 226, en septiembre de 1986.
Mucha agua ha corrido en el río del tiempo bajo el puente de nuestro compromiso con la educación de la juventud jalisciense. Hemos pasado por las administraciones de apreciables compañeros y amigos.
El Ing. Víctor Rafael Catzim Serra, nombrado en 1986 fue el primer director de nuestro Plantel. Nuestro primer lugar de trabajo fue en el tercer piso del edificio de aulas del Centro Regional de Educación Normal, habilitando como talleres los cobertizos de los autobuses. Ya en 1987 nos pasamos a un precario y solitario edificio en la calle de Vicente Mendiola No. 26.
El segundo director fue el Lic. José Guadalupe Zuno Cuéllar, nombrado en 1989.
El tercer director fue el Lic. Juan Vicente Gómez Theurel, quien llegó en 1997.
El cuarto director fue el Ing. Miguel Angel Hernández Escobedo, quien recibió su nombramiento en 1999.
El quinto director fue el Ing. Roberto Guzmán Juárez, nombrado en 2001.
El sexto director fue el Lic. Ricardo Humberto Rodriguez Pacheco, quien llegó en el 2013.
Y el sexto director el Lic. Efrén Pérez Ortega, nombrado apenas en 2015, actual director de esta Casa de Estudios.
Desde aquél año en que iniciamos varios de nosotros, miembros fundadores, el trabajo educativo, La Lic. María del Carmen Aguilar Núñez, la QFB María Elena Barboza Alvarez, la Lic. Graciela Amezcua Valencia, la Téc. María del Refugio Moreno Zinzún, la Lic. Marisa Sánchez Bernal, la QFB María de Lourdes Cárdenas Corona, la QFB. Yolanda Paz Vizcaíno, la Ing. Neiby Carolina Courtenay Pérez, el Ing. Roberto Guzmán Juárez, el Ing. Ezequiel Palomera Palacios, el Lic. Jorge Acosta Carrillo, el Arq. Javier Zepeda Luisjuan, el Ing. Miguel Angel Aguilar Palafox, El Lic. José Andrés Rolón Alcaraz (QEPD), el Profr. Marco Antonio García Hernández (QEPD), el Ing. Mariano Ceja Velasco, y su servidor, Rodolfo Gallardo Rosales, han pasado ya treinta años, tan llenos de emociones, que hoy nos parecen muy pocos.
Han variado las especialidades desde su inicio, pues se ofrecieron las especialidades de Electrónica, Máquinas de Combustión Interna, Contabilidad y Administración. Se Creó la carrera de Informática Administrativa. La de Computación. La de Informática y la de Soporte y Mantenimiento de Equipo de Cómputo. Se liquidaron para dar de alta la carrera de Programación que hasta la fecha subsiste. La de máquinas Herramientas y la de Máquinas de Combustión Interna que se liquidaron posteriormente para dar paso a la actual Mantenimiento Automotriz. La de Administración se liquidó para dar paso a Administración de Recursos Humanos.
Hemos también pasado por la pensión y/o jubilación de los compañeros: M.C. Laura García Lomelí, Lic. Jorge Acosta Carrillo, Lic. Anastasio Guerrero Hernández, Lic. Martha Cuevas Cárdenas, Lic. Benjamín Rodriguez Martínez, Lic. Víctor Manuel Marín Robles, Arq. Javier Zepeda Luisjuan, QFB. Marisa Sánchez Bernal, QFB. Laura Manzano Silva, Lic. José Guadalupe Zuno Cuéllar, Ing. Ezequiel Palomera Palacios y el Ing. Roberto Guzmán Juárez.
Desafortunadamente también se cuentan los decesos de compañeros trabajadores: Téc. Erika Patricia García Lomelí, Lic. Alvaro Velasco Cisneros, Profr. Rubén Díaz Quiroz, Profr. Jesús Salvador Torres Contreras, Lic. José Andrés Rolón Alcaraz y Profr. Marco Antonio García Hernández.
El factor educativo que no se puede contabilizar, pero existe y ahí está, dando testimonio del resultado de nuestro trabajo es el siguiente.
Haciendo un cálculo más o menos conservador, de 500 egresados en promedio de las 27 generaciones que llevamos, han egresado de esta Casa de Estudios una cantidad cercana a los 13,500 profesionistas Bachilleres Técnicos.
Estamos satisfechos de que los egresados de esta escuela, pertenezcan a un grupo completamente heterogéneo como lo es el conglomerado humano en su conjunto. Los hay quienes se han dedicado a trabajar como técnicos, los que han estudiado una licenciatura, o hasta una especialidad, o una maestría o incluso un doctorado. Los que han pasado por Institutos y universidades de nuestro País. Los que han ido a prestigiosas universidades extranjeras. Los que han ganado incontables premios ya como estudiantes, ya como profesionistas.
Todos ellos, son como cada ser humano que existimos en este planeta, parte de la amplia y bien lubricada maquinaria que le hace latir. Cada uno jugamos nuestro propio rol y encajamos en ese gigantesco rompecabezas de más de 7,000 millones de pobladores que a su modo, con sus propias creencias, sus usos y costumbres, su lengua y su cultura, abonan para hacer de él un mejor lugar para que vivan nuestros descendientes.
